La cantidad de establecimientos que obtuvieron la certificación de libres de brucelosis bovina se duplico en los primeros cuatro meses de vigencia desde la puesta en vigencia de la nueva estrategia para el control de esta importante enfermedad de la ganadería argentina, de acuerdo a la información cargada en el Sistema Integrado de Sanidad Animal del Senasa (SIGSA) por cada una de las oficinas del Organismo.
“Esta toma de conciencia por parte de los productores resulta muy alentadora”, expresó el doctor Jorge Hart, responsable del Programa de Brucelosis Bovina del Senasa.
“Esta primera etapa, apunta a identificar las unidades productivas afectadas, iniciar el saneamiento y la eliminación a faena de individuos reactores a las pruebas de diagnóstico, nos permitirá reducir la cantidad de bovinos infectados y el impacto de la dispersión de la enfermedad en la producción, la salud pública y el comercio internacional”, especificó Hart
En el contexto del nuevo plan, más de 15.000 establecimientos enviaron muestras serológicas a los laboratorios de red para obtener la condición de establecimiento libre o para iniciar las tareas de saneamiento correspondientes en caso de resultar algún animal positivo, así lo indicó un informe distribuido por el Senasa en las últimas horas.
Transcurridos 4 meses, el Senasa presenta algunos datos relevantes sobre su implementación y recuerda a los productores la obligación de realizar las tareas de diagnóstico en sus rodeos.
El nuevo plan nacional de control y erradicación de brucelosis bovina –aprobado por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) a través de la Resolución N° 67/2019 y puesto en vigencia a partir del 3 de abril último tiene como objetivo principal en su primera etapa de implementación, determinar el estatus sanitario de todos los rodeos bovinos en los que se realiza reproducción: establecimientos de cría, cabañas, centros de genética y tambos.
Resulta imprescindible que los productores ganaderos tomen conciencia de la relevancia de esta enfermedad y determinen cuanto antes la condición sanitaria de sus rodeos. Esto permitirá conocer la distribución de brucelosis bovina en el país y proponer estrategias puntuales para avanzar con zonas libres o redoblar los esfuerzos para atender regiones en las que se concentran establecimientos infectados.
“Además, para la erradicación de esta enfermedad, tal como se demostró en varios países del mundo, es necesario identificar y eliminar a faena los bovinos infectados para evitar que sigan contagiando al resto de los animales del rodeo o que dispersen el patógeno a otros establecimientos si eventualmente fueran trasladados”, completó el Dr. Hart.
La enfermedad causada por las bacterias del género Brucella constituye una de las patologías más antiguas y dañinas detectadas en los rodeos bovinos de Argentina. Provoca abortos, reducción en la ganancia de peso de los terneros enfermos, afectación de cuartos mamarios, infertilidad y otras consecuencias directas, lo cual perjudica la rentabilidad de los establecimientos infectados. Pero además, esta enfermedad es una de las condicionantes para el envío de carne bovina a China y objeto de restricción de ciertos mercados de animales vivos y productos lácteos.
La brucelosis también puede transmitirse a las personas y afectarlas de manera crónica, reduciendo su capacidad de trabajo y la calidad de vida. Es por eso que resulta necesario que todos los actores involucrados en la cadena de producción bovina asuman el rol que les corresponde y contribuyan a transitar en el menor plazo posible esta etapa inicial de la nueva estrategia de control.