Desde el SENASA se alertó por nuevos casos de Carbunclo en la zona rural de Santa Rosa, por lo que la Mesa Provincial de Zoonosis reiteró las medidas preventivas. Los casos se suman a los presentados anteriormente en las localidades de Bernasconi y Guatraché.
En este marco desde la Mesa de Zoonosis Provincial (integrada por los Ministerios de la Producción y de Salud, SENASA, INTA, Facultad de Veterinarias y Colegio Médico Veterinario), hacen hincapié en que la detección temprana y la notificación inmediata de casos de Carbunclo son fundamentales para la implementación de medidas de prevención, control y vigilancia por parte de los organismos competentes.
La enfermedad
Se recordó que el carbunclo bacteriano, carbunco, pústula maligna o ántrax es una enfermedad de curso agudo, altamente contagiosa, que afecta preferentemente a los rumiantes, siendo transmisible a otros animales incluso al ser humano, por lo que se considera una zoonosis grave. Su sospecha tanto en casos humanos como de animales es de notificación obligatoria.
El agente responsable es la bacteria Bacillus anthracis, que cuando entra en contacto con el oxígeno, forma una espora que es una forma resistente a las condiciones climáticas severas y que le permite sobrevivir en el ambiente. Estas esporas pueden permanecer viables en la naturaleza durante largos períodos de tiempo en alimentos secos, subproductos animales como lanas y cueros, objetos contaminados y suelo. Cuando son ingeridas por un animal susceptible, como por ejemplo los bovinos y otros herbívoros, esta espora pasa nuevamente a la forma vegetativa, comenzando a generar las toxinas que son las responsables de la muerte de los animales. La enfermedad se caracteriza en los bovinos por presentar muerte súbita, con arrojamientos sanguinolentos por los orificios naturales (boca, nariz y ano), en los cuales se encuentra presente el agente etiológico.
El diagnóstico en personas es clínico-epidemiológico, el tratamiento es con antibióticos y también se indica profilaxis en caso de personas que hayan estado expuestas a los cadáveres animales.
Existen vacunas para animales pero no para humanos. En ese sentido se solicitó a los productores como principal acción preventiva, vacunar a los bovinos anualmente y en forma sistémica, a partir de los seis meses de edad, preferiblemente en primavera. En campos con antecedentes de la presencia de la enfermedad se recomendó dos aplicaciones al año, con un intervalo de seis meses entre ambas, a fines de potenciar las respuestas inmunitarias
Los signos clínicos en las personas
Se presentan según su vía de ingreso, manifestándose de diferentes formas: -Carbunco cutáneo o “grano malo”: es la forma más común de presentación, la bacteria ingresa a través de la piel, donde produce una lesión con aspecto de grano o lastimadura que se transforma en una lesión ulcerativa rodeada de vesículas y progresa a una escara negra. No produce dolor. Si no se efectúa el tratamiento específico con antibióticos puede ocurrir la muerte del individuo por septicemia.
- Carbunco digestivo o intestinal: se adquiere a través del consumo de carne de animales enfermos; ocasiona malestar abdominal, fiebre, septicemia y muerte. La tasa de mortalidad es variable.
- Carbunco respiratorio o pulmonar: se contagia por la inhalación de esporas; ocasiona fiebre, malestar general, tos, dolor torácico y puede causar insuficiencia respiratoria grave. La tasa de mortalidad suele ser del 100 %.
Medidas preventivas
No realizar la necropsia o “cuereado” de animales sospechosos de Carbunclo para evitar la diseminación de esporas en el ambiente. Si el diagnóstico presuntivo de Carbunclo surge luego de la apertura de un cadáver, se deben extremar medidas para la desinfección de los elementos utilizados en la misma, como así también la ropa y calzado del personal.
No se debe manipular ni consumir productos derivados de animales con signos de enfermedad.
No se debe quemar los cadáveres ya que con esta práctica provoca la diseminación de esporas y favorece el contagio por vía respiratoria. Los cadáveres deben ser enterrados y tapados en el mismo lugar donde fueron encontrados, siguiendo las indicaciones del SENASA.
Vacune a los animales en riesgo.
Es fundamental la intervención y participación de un profesional veterinario, para hacer el diagnóstico correspondiente, que permita confirmar la etiología de la muerte del o los animales.
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