De acuerdo con la Cámara Argentina de Feedlot, la ocupación entre marzo y abril creció un 6%. La estabilidad en los precios de la hacienda mantiene la relación compra-venta favorable y, tras dos años de sequía, los encierres se acercan a volúmenes previos a 2022.
En abril, el encierre en los corrales de engorde creció un 4,9% con respecto a marzo, de acuerdo a la Cámara Argentina de Feedlot (CAF). En plena zafra, los feedlots nucleados en la entidad registraron una ocupación del 65,4%, mientras que en febrero y marzo esta variable fue del 58% y 60%, respectivamente.
Más allá de esta tendencia, los números indican que en los corrales comenzó a superarse el efecto de la sequía. En los dos últimos años, partir de la falta de disponibilidad forrajera, los productores adelantaron la salida de hacienda y esto se reflejó en mayores ingresos a los corrales.
Los números que manejan los feedloteros ratifican esta tendencia. En 2022, el porcentaje de encierre creció un 6% con respecto al período 2018-2021 y el año pasado, el incremento anual comparado contra ese lapso trepó al 23%.
Esto tiene que ver con un comienzo en la estabilización de los volúmenes históricos que se encierran en los corrales, que se vio afectado por la seca. “Empezó una zafra con ingresos en un año más, estamos volviendo a una normalidad post efecto sequía“, estimó Fernando Storni, presidente de la CAF.
En paralelo, el fin de la sequía permite dar el puntapié inicial para recomponer el rodeo y de este modo, los procesos de recría que comienzan a insinuarse se traduce en terneros que no se destinarán a los corrales de engorde.
LA ZAFRA Y SU IMPACTO EN EL FEEDLOT
El directivo explicó que en actual escenario de precios para las categorías de consumo, la relación de compras para los feedloteros es prácticamente 1 a 1.
Esta situación, sumada a la estabilidad en las cotizaciones del maíz -insumo que representa cerca del 70% de los costos de alimentación- se reflejó en una mejora en los márgenes brutos de la actividad.
De acuerdo a la CAF, en el último mes mejoró en casi $26.000 por cabeza engordada, al pasar de $12.737 a $38.726. Esta utilidad se calcula antes de impuestos e intereses.
“Para adelante, existe algún grado de preocupación por lo que ocurre con el maíz, a partir de la plaga de chicharrita”, reconoció.
Otro dato que surge del informe de la cámara es que, a diferencia del mes pasado, la exportación cedió el protagonismo frente al consumo. En marzo, el 64% de los encierres relevados por la entidad pertenecían a los frigoríficos exportadores y el resto al consumo.
En abril se revirtió en parte este escenario y la exportación cedió un 6%. “Se vuelve a cerrar hacienda el consumo”, explicó Storni.
Consultado por la evolución de los precios de las categorías de consumo en el Mercado Agroganadero de Cañuelas (MAG), explicó que si bien se mantienen en una relativa estabilidad, se destacan cuando aparecen a la venta lotes de calidad.
De cara a los dos próximos meses, señaló que habrá algún grado de restricción en la hacienda, que podrán presentar un impacto en el valor del kilo vivo. En este punto, remarcó que el traslado a los mostradores de las carnicerías dependerá de la posibilidad de los consumidores de soportar nuevas subas.
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