Semillas con tolerancia a enfermedades, edición génica, nuevos cultivos híbridos, también mayor tolerancia a sequía, más digitalización están entre las metas principales de KWS a nivel global. Uno de los directores ejecutivos de la compañía estuvo en Argentina y adelantó, a los gerentes regionales, los objetivos para Argentina y Brasil.
"El arte de la semilla” es exclusivo para los expertos. Con 166 años de historia en el desarrollo genético y con las convicciones intactas de continuar trabajando sobre mejoramiento genético de cultivos, la compañía alemana KWS está históricamente especializada.
El director ejecutivo de la compañía, Nicolás Wielandt, llegó a la Argentina desde Alemania. Fue su primera visita en este cargo desde que asumió esta posición en enero de 2022. Aquí lo recibieron el gerente general de Argentina, Alejandro García, y el líder del negocio de maíz para la Sudamérica, el brasilero Marcelo Salles. Además, estuvieron integrantes del equipo agronómico argentino.
Todos viajaron a la localidad de Pergamino (Buenos Aires), donde KWS tiene una de las dos plantas de procesamiento de semillas de maíz. Wielandt conoció a todo el equipo técnico y trajo el plan de acción de la compañía para los próximos diez años.
El director ejecutivo especificó que los objetivos centrales de KWS serán invariables para los próximos años: crecimiento rentable, innovación, independencia (solo enfocados en la semilla) y sustentabilidad.
Según el mensaje que Wielandt transmitió a los referentes regionales, la compañía sostendrá su inversión de 300 millones de euros anuales en investigación y desarrollo distribuidos en 13 cultivos, y la meta es seguir aportando un aumento de los rendimientos, de 1,5% por año, en cada unos de ellos.
Apuntando a la región, el directivo agregó que el maíz se mantendrá entre los cultivos más importante para la compañía.
“Estamos trabajando en la tolerancia genética para ciertas enfermedades y plagas porque entendemos que el desarrollo de las resistencias sanitarias es una tendencia global. Por eso, ya empezamos a desarrollar biotecnología con un socio, con la mira puesta en el año 2030. Sin embargo, antes de esa fecha, estamos apostando a la edición génica como alternativa de mejoramiento genético, con lo cual y a partir de pequeñas modificaciones en el ADN de los cultivos también conseguir aumentos de los rendimientos”, destacó.
Entre otras de las innovaciones sobre la que la compañía está trabajando se refirió a dos importantes disrupciones: el desarrollo de cereales híbridos (trigo y cebada, como prioritarios) con futuros lanzamientos en el año 2025 y también avances en la generación de híbridos de papa.
El ejecutivo también dijo a sus colegas de la región que se sostendrá la inversión y la investigación global en tratamiento biológico de semillas, también el desarrollo de la tolerancia a la sequía en el cultivo de maíz, a partir de las evidencias del cambio climático, y la apuesta a la digitalización con el desarrollo de una plataforma de intercambio de información abierta.
Según Salles, para la región, “el principal foco es servir al productor de la mejor forma con la parte genética, producir más con más sustentabilidad”. América del Norte y Sur representan el 27% del negocio global del KWS.
En Brasil, por su parte, la compañía hace mejoramiento vegetal en maíz, soja y sorgo. De acuerdo al directivo latinoamericano, el salto de rendimiento de los maíces de “zafrinha” (tardíos) en el país vecino fue cuantioso y eso le permitió a la compañía posicionarse como segunda marca elegida por los agricultores brasileros.
Salles aclaró que ciertos aspectos del “breeding” regional se superponen entre Brasil y Argentina ya que hay problemas sanitarios comunes, por ende, los objetivos serán instalar más estaciones de experimentación y redes de ensayo entre el norte argentino y el sur brasilero. “La mirada está puesta en la anticipación para seguir crecimiento sobre el área agrícola”, reconoció.
Además del trabajo conjunto con Brasil, García destacó algunas de las proyecciones para el país que presentó, inicialmente, Wielandt. “Empezamos a hablar sobre las necesidades de ampliación y procesamiento de semillas de maíz que, actualmente, tiene una capacidad de 700.000 bolsas, y también una futura ampliación del equipo de trabajo”.
Para la Argentina, según el gerente general, el cereal seguirá siendo el cultivo prioritario, aunque reconoció que ya están trabajando con experimentaciones en remolacha forrajera en la zona de los Valles Irrigados de Norpatagonia y el sur de Buenos Aires.
“Fue muy bueno y positivo haber recibido, directamente, desde uno de los directores ejecutivos de la compañía que Sudamérica será protagonista en materia de inversión y crecimiento para KWS en los próximos años”, resumió García.
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