Mientras se dirime la sucesión presidencial en Estados Unidos, con la figura de Donald Trump instalada del lado bajista del mercado por las chances de que con él en la Casa Blanca se reavive la guerra comercial con China, el valor de la soja cayó ayer un 2,1% en la Bolsa de Chicago como respuesta de los operadores a las nuevas lluvias caídas sobre el centro y el este del cinturón sojero/maicero estadounidense y a los pronósticos que auguran más precipitaciones sobre las principales regiones productoras en lo que resta de la semana.
Al cierre de las operaciones, el ajuste de la posición agosto de la soja retrocedió de 395,91 a 387,55 dólares por tonelada y se ubicó como el más bajo desde los 386,09 dólares del 2 de noviembre de 2020. En lo que va de julio el contrato citado resignó un 6,9% de su valor, desde los 416,49 dólares vigentes al cierre de junio.
En el análisis de los operadores, los nuevos aportes de humedad previstos para esta semana resultarían fundamentales para que los cultivos comiencen agosto, el mes más importante para la definición de los rindes de la soja, con un inmejorable balance hídrico, que les permitiría apuntalar su desarrollo y sobrellevar las elevadas temperaturas vigentes en Estados Unidos.
Y, en función de ello, el rinde récord de 34,97 quintales por hectárea proyectado por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), que posibilitaría una cosecha de soja 2024/2025 de 120,70 millones de toneladas, ya dejó de estar en entredicho entre operadores y técnicos. Cabe recordar que la recolección del grano grueso estadounidense comienza a mediados de septiembre.
Tras el cierre de Chicago, el USDA redujo ayer del 68 al 67% la proporción de cultivos de soja en estado bueno/excelente, un dato que se mantuvo por encima del 52% de igual momento de 2023 y que quedó en línea con la expectativa anticipada por los privados. Además, indicó que atraviesa la floración el 77% de las plantas y que el 44% está formando vainas.
Del resto de los factores que se combinaron para presionar sobre el mercado de la soja se destacó el petróleo, que luego de caer un 2,8% durante la semana anterior hoy retrocedió otro 1,7% en Estados Unidos, hasta los 75,86 dólares por barril. Esto debilita el negocio de la industria de los biocombustibles, que viene apuntalando la demanda interna de aceite de soja.
Y, si bien ayer tuvo una pausa, la fuerte devaluación que vino experimentando el real contra el dólar en las semanas precedentes también continuó siendo un factor de tensión bajista para las cotizaciones de la soja en el mercado estadounidense, dado que no solo mejora la competitividad de las exportaciones de Brasil, el principal abastecedor mundial de poroto de soja y el segundo mayor proveedor de harina y de aceite, sino que estimula a los productores a vender sus granos para conseguir más reales por ellos. En lo que va del año la moneda brasileña acumuló una devaluación del 15,8%, al pasar de 4,85 a 5,62 reales por dólar.
Impacto en el mercado local
La tónica bajista externa tuvo un correlato medido en el mercado de futuros de la Argentina. En efecto, las posiciones septiembre y noviembre de la soja en el Matba Rofex resignaron US$0,50 y 1,50, al terminar la jornada con ajustes de 311 y de 309,50 dólares por tonelada.
En la plaza física las fábricas redujeron sus propuestas de 285.000 a 275.000 pesos por tonelada de soja con entrega inmediata sobre las terminales del Gran Rosario.
Mientras que, en el mercado de exportación, el valor FOB de la soja en los puertos argentinos bajó de 420 a 419 dólares por tonelada, pero los precios del aceite y de la harina de soja subieron de 910 a 919 y de 383 a 386 dólares por tonelada, respectivamente, según informó la Secretaría de Agricultura de la Nación.
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