Junio terminó seco y julio arrancó sin agua. La siembra triguera en la región núcleo avanzó un 95%, escapando al escenario seco del invierno. Pero hay hectáreas pendientes y la necesidad de agua empieza a sentirse en los niveles superficiales del suelo. Así graficó la situación la Bolsa de Comercio de Rosario para la zona núcleo.
Según el informe, se trata de 60.000 hectáreas que han quedado pendientes y solo podrán sembrarse si hay nuevas lluvias. Pero los pronósticos van en el sentido contrario. La primera quincena de julio sería seca por la prevalencia de la circulación sur que evita el ingreso de humedad del norte. Y la ventana de siembra se achica. Hay tiempo hasta fin de mes, pero los agrónomos señalan que se dará por cerrada la ventana el 20 de julio en la región. También coinciden en que no se agregarían nuevos lotes de ciclos cortos a la intención, ni aún lloviendo. Lo que quede sin sembrar con trigo pasaría a soja de primera.
Los lotes de trigo implantados están naciendo en muy buenas condiciones. Pero la prolongada ausencia de lluvias se hace evidente en la capa superficial, tanto para los recién sembrados como para las primeras implantaciones que empiezan a macollar. Esto se observa en la imagen actual de reservas para el primer metro y una pradera permanente.
¿Dónde quedan lotes por sembrar?
En Bombal, sur de Santa Fe, resta un 15% del trigo intencionado. “Esperamos hasta el 20 de julio; de lo contrario, pasamos a soja”, dicen. Lo mismo aseveran en Pergamino, donde, gracias a las últimas lluvias, la siembra progresó 13 p.p., alcanzando el 85% del trigo. “Pero para terminar dependemos de una lluvia”. En otras localidades del noroeste bonaerense, más beneficiadas por los milímetros de la semana pasada, los lotes que restan lograrían sembrarse. El centro sur de Santa Fe completó la siembra.
El último coletazo del “Niño”
La transición mensual se produjo con una intensa circulación sur que consolidó el inicio de un invierno que se anticipa más riguroso que los últimos. Potenciadas por la irrupción de una intensa masa de aire polar, las mínimas marcaron récords el último fin de semana de junio: fueron las más frías del año. En la región se registraron mínimas inferiores a -4°C, con Hernando marcando -5,2°C. Pese a un junio seco, el último coletazo del “Niño” fue fundamental para la siembra triguera 2024/25 en la región. Las fuertes lluvias de marzo y abril alcanzaron para que el otoño 2024 supere a los trimestres del 2022 y 2023 en cuanto a volumen y distribución de lluvias.
Fuente: Clarin
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