Es la tecnología que se desarrolla en Europa ante las restricciones en el uso de agroquímicos.
Los fabricantes de máquinas agrícolas están desarrollando en Europa lo que se denomina pulverización ultralocalizada.
Es la respuesta que buscan ante las restricciones crecientes al uso de agroquímicos y a la necesidad de ofrecer productos de alta eficiencia.
La tecnología se basa en sistemas de corte que no se realiza boquilla por boquilla sino por secciones que agrupan tres boquillas.
Las secciones son gestionadas por una cámara que analiza el área del campo a una velocidad de 5 imágenes por segundo.
Detección
Para garantizar la pulverización, se proporciona seguridad en caso de ausencia de luz o información proveniente de la cámara.
En este caso, un dispositivo de seguridad abre todas las boquillas del tramo correspondiente para no marcar las zonas a tratar y se alerta al operario.
Los sistemas apuntan a trabajar en verde sobre verde. La detección se realiza de forma infrarroja mediante un análisis espectral de la clorofila.
La forma, textura y color de la planta son así analizados y reconocidos por el sistema para luego decidir si tratarla o no.
La tecnología hiperespectral también está para diferenciar entre los diferentes tipos de plantas presentes en el campo, es decir, para seleccionar una sola planta sobre la que actuar.
Una vez que se detecta el objetivo, las boquillas se abren para aplicar una dosis.
Precisión
La tecnología de pulverización ultralocalizada puede funcionar con dos variantes.
En una de ellas, cuando se detecta una maleza, el sistema aplica una dosis completa sólo en la superficie de la maleza.
El segundo método consiste en aumentar aún más el grado de precisión de la máquina y adaptar cada dosis aplicada con el modo «Bi-dosis», compuesto por una dosis de fondo y una dosis máxima.
La elección del tipo de dosis se hace en función del volumen y por tanto de la etapa de la planta que la cámara ha detectado y según los datos elegidos por el productor
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