La Expo Rural de Palermo, además de ser una de las exposiciones agropecuarias más importantes de Argentina, representa cada año una suerte de momento bisagra: representa la campana de largada para la temporada de remates de reproductores bovinos de elite.
Durante la feria, los cabañeros sintieron el mismo efecto que venían sufriendo sus colegas criadores o engordadores: las subastas que tuvieron lugar en Palermo mostraron que, en general, al anualizar las cotizaciones, los precios de toros y vaquillonas aumentaron claramente por debajo de la inflación.
Ahora, las cabañas y razas comenzarán a efectuar sus remates particulares y la expectativa es ver en qué medida replican o no la actualización que sufrió el valor de la hacienda general.
El análisis de un experto
El consignatario Juan Pedro Colombo, de la firma Colombo y Magliano, participó en los primeros remates en la Expo Rural y en diálogo con Infocampo analizo cómo empezó a delinearse el mapa de precios, el impacto de las políticas oficiales en la actividad y cuales son las perspectivas para el resto del año.
-¿Cómo empieza a perfilarse el segundo semestre del año para los reproductores?
-Preparamos algunos remates y ahora te diría que arranca la temporada fuerte fuerte en general, está claro que el tema sequía está afectando en muchos lugares. Ha afectado mucho la zona de Corrientes, lo notamos en el remate de Cabaña Pilagá donde los compradores locales participaron menos que otra vez. Si bien hubo compradores de Uruguay, Brasil y otros lugares, la gente local participó menos, porque claramente el efecto de la sequía ahí fue bravo.
-¿Cómo fueron los plazos de ventas?
– Se manejaron en rangos similares al año pasado, más allá de que las cabañas quieren vender con menos plazo, por el tema de la tasa de interés y la inflación. No es fácil reducirlos, porque también el comprador por otro lado está más ajustado con el tema de la sequía, pero en líneas generales los plazos se mantienen.
-Con estos antecedentes, ¿qué expectativas hay?
-En ese contexto, creo que los remates de cabaña que vengan ahora van a tener un buen trámite. Pero si se anualizan los precios, no creo que copien la inflación, los promedios de los remates están subiendo entre un 40% y 50%. Si tomás la inflación, los toros tendrían que venderse al doble del año pasado. Es lo que pasa en el resto de la cadena, el ternero y la vaca aumentaron por debajo de la inflación, y es la moneda de cambio del productor cuando va a comprar un toro.
-¿Qué viste en los remates de Palermo? Braford vendió el 50% de un vientre a $28 millones
-En ese caso es un producto de primer nivel, son animales diferentes. Fuera de ese caso, en general hubo buenos valores y tal vez, cuando entraban a venta animales que no estaban con mucha premiación, la demanda era más tranquila. Pero se manejaron valores razonables para el momento, son exposiciones que tienen cabañas de muchos lugares, no se trata de remates de un solo vendedor. Se están viendo más compras locales, si bien se ven uruguayos, brasileros y paraguayos, que miraron y compraron semen y embriones.
-¿Cómo fue el contraste entre expectativa y realidad en Palermo?
-El clima fue tranquilo y se vio a la gente con entusiasmo, pero quizás no es fácil traducirlo a precios ahora. Hay algo más de ánimo, las cotizaciones fueron buenas, pero no hubo valores superlativos, sobre todo cuando se agrega la inflación en la ecuación. Hay expectativas, pero salen medidas del Gobierno que supuestamente serán por un mes, es difícil hacer pronósticos a largo plazo. La mejor noticia es la mejora del clima, es positivo para el sector, sobre todo para las zonas de cría.
-¿Qué pasará en los próximos meses con el precio de la carne?
-Lamentablemente, en tres cuatro meses habrá menos oferta de hacienda, tuvimos mucho encierre y los feedlots tuvieron récords en mayo y junio. Hace muchos años que no teníamos tanto encierre. Los productores empiezan a sacar el gordo de los corrales y quiere comprar, pero hay menos oferta de ternero. En los próximos meses, las expectativas para las cabañas pueden ser razonables, son favorables sobre todo cuando se traducen en kilos de terneros. Los precios en reproductores se han sostenido entre 1.200 y 1.500 kilos de terneros y hemos tenido remates de hasta 2.000 kilos.
-¿La seca afectó la calidad de los reproductores?
-Hubo un gran trabajo de las cabañas y la calidad en todas las razas no se vió afectada. Los cabañeros incorporan genética, hay mayores exigencias por parte de las asociaciones para las admisiones y esa rigurosidad para tener mejores reproductores después se ve en las pistas.
Infocampo
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