Un grupo de asesores especializados en maquinaria agrícola brindaron aspectos clave para evitar las menores pérdidas de granos durante la recolección de trigo y cebada.
Los cultivos de invierno atravesaron diferentes circunstancias productivas dadas por el clima durante esta campaña que ofrecen, ahora, un abanico de condiciones para recolectarlos.
El panorama agrícola semanal de la Bolsa porteña indicó, esta semana, que la recolección de trigo y cebada alcanzaron un 54% y 25%, respectivamente. En el caso del trigo, el rendimiento medio nacional es de 20 quintales y el de cebada un poco superior, en 27,6 quintales, mientras se sostiene una caída de la productividad de 10 millones de toneladas, entre campañas.
En los próximos días, la trilla de los estos cultivos avanzará definitivamente sobre la tradicional superficie de cultivos de invierno del país.
Al respecto, la agroconsultora “Mecatech”, elaboró un informe firmado por los asesores técnicos Santiago Tourn, Emiliano Ladreche, Heber Raggio, Camila Martínez, Nicole Cabellier, Santiago Bazterrica y Mariano Williams, en los cuales brindó recomendaciones de configuración para trillar cereales de invierno con diferentes daños producidos por el clima.
De acuerdo al reporte de los técnicos, para las zonas del centro-sur y oeste de la provincia de Buenos Aires, las condiciones generales de los cultivos presentan:
En el caso de la cebada cosecha con espigas livianas, de muy fácil rotura del raquis y trillado, tallos elásticos, de difícil rotura; cultivos afectados por las heladas con semillas livianas y chuzas y también espigas con semillas verdes.
Por el lado del trigo, a cosecha con espigas de muy fácil trillado y en caso de cultivos helados, puntas de espiga sin grano, también cultivos con tallos verdes y elásticos; trigales de bajo porte y macollos a mitad de altura del tallo principal y un 20%-30% de espigas con granos chuzos y livianos.
Ajustes Cabezal
De acuerdo a los técnicos, en el caso del cabezal, unos de los principales inconvenientes es la pérdida de espigas por exceso de revoluciones del cabezal dado por la fragilidad del raquis.
Por ende, aconsejaron disminuir las revoluciones por minuto para que el cabezal acompañe los tallos a la barra de corte.
También indicaron ajustar la posición antero posterior del cabezal para el acompañamiento de las plantas cerca de la barra de corte (cultivos de bajo porte y bajo número macollos con espigas) y, finalmente, ajustar la altura de corte para captar la mayor cantidad de espigas (corte bajo en general).
Separación - Limpieza
El principal inconveniente es la rotura excesiva de la espiga y la paja que genera poco colado de semillas (pérdidas por rotor) y sobrecarga de las zarandas (pérdidas por limpieza).
En estos casos, se trata de aumentar colado utilizando un cóncavo de trilla, con menos alambres (trilla fácil y por ello no se necesita alta agresividad). También ajustar las revoluciones del rotor para la trilla sea suave, pero a la vez permita batido de la paja para que no se pierdan semillas por la cola de la máquina (Generalmente, entre 700 y 800 revoluciones por minuto, axiales).
Asimismo, aconsejan prestar suma atención a la apertura del zarandón, para asegurar colado de semilla y ajustar limpieza con el viento y, en caso de cultivos de bajo a medio rendimiento, se puede aumentar la velocidad, pero recordando los puntos anteriores.
Trilla
En cebada, recomiendan recordar que se está cosechando una semilla con destino a germinación, evitar pelado y quebrado haciendo ajustes en el sistema de trilla.
Así, en cosechadoras convencionales ajustar la relación pelado/materias extrañas, es conveniente una tolva más “sucia” que perder categoría de comercialización Mientras que, en cosechadoras axiales, se puede encontrar el punto de tolva limpia y semilla sana, eliminando semillas chuzas, pero sin descuidar pérdidas por cola de semillas comerciales.
Infocampo
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